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PLAYA BURBUJA

Los papeles de Palomares II

Los documentos desclasificados que está desvelando DATADISTA muestran una realidad tras las puertas de los despachos totalmente diferente a la que se contó tras el accidente. Resultados que mostraban contaminación interna, la reunión de urgencia en el despacho de Fraga, el detallado plan secreto para hacer nuevas pruebas en Madrid sin informar a los afectados y la negativa de EEUU a pagar por la ocupación del terreno del Campamento Wilson son parte de un secreto de 55 años que hoy continúa con la confidencialidad de los planes de limpieza definitiva.

Los documentos que está desvelando DATADISTA muestran una realidad tras las puertas de los despachos totalmente diferente a la que se contó. Resultados que mostraban contaminación interna, la reunión de urgencia en el despacho de Fraga y la negativa de EEUU a pagar por la ocupación del terreno del Campamento Wilson son parte de un secreto de 55 años que hoy continúa con la confidencialidad de los planes de limpieza definitiva.

ANA TUDELA Y ANTONIO DELGADO
23 DE MAYO DE 2021
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El 17 de enero de 1967, cuando se cumplía un año del accidente de Palomares, varias decenas de personas iniciaron una marcha desde la pedanía almeriense hacia Cuevas del Almanzora, donde planeaban coger un autobús a Madrid para pedir indemnizaciones justas en la Embajada de Estados Unidos. No avanzaron ni 250 metros. La Policía detuvo a varios y disolvió la marcha. Una de ellas fue juzgada dos años después por el Tribunal de Orden Público y condenada a un año de prisión y multa de 10.000 pesetas.

Era Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sidonia, tres veces grande de España, que había decidido apoyar a las gentes de Palomares en sus reivindicaciones ante los poderosos abogados de la Oficina de Reclamaciones Extranjeras de EEUU y se puso al frente de la manifestación y de las reuniones en la Embajada.

La Duquesa pedía una indemnización colectiva, no una negociación caso a caso como había exigido EEUU. Y que alcanzase los 2,5 millones de dólares, “migajas”, en sus propias palabras, para una nación con el poder de EEUU que no había escatimado en gastos y despliegue de recursos, incluida la VI Flota, submarinos y otros ingenios tecnológicos, para encontrar la cuarta bomba, la que había caído al mar.

Ministerio de Asuntos Exteriores
D.G. Norteamérica, Medio y Extremo Oriente

CONFIDENCIAL

Madrid, 11 de octubre de 1967


-NOTA INFORMATIVA-

Asunto: Juicio de la Duquesa de Medina Sidonia

En la mañana de hoy ha venido a visitar al funcionario que suscribe el Primer Secretario para Asuntos Políticos de la Embajada de los Estados Unidos, Sr. Francis Starrs. La entrevista tuvo lugar a petición de la Embajada de los Estados Unidos.

El Sr. Starrs expuso la preocupación de la Embajada norteamericana al tener conocimiento del próximo juicio contra la Duquesa de Medina Sidonia, ya que estima que pudiera ser utilizado como propaganda en contra de la política de amistad hispano-norteamericana.

La Embajada de los Estados Unidos tiene conocimiento -manifestó el Sr. Starrs- de que el abogado de la Duquesa de Medina Sidonia, D. Mariano Robles y Romero Robledo pensaba basar la defensa de su cliente en una justificación de su actitud como consecuencia del desacuerdo del pueblo español con respecto a los Convenios Hispano-norteamericanos expresando que dichos Convenios fueron firmados sin el previo consentimiento del mismo y como acto unilateral del Gobierno.

La Embajada de los EEUU teme, por lo tanto, que el juicio de la Duquesa de Medina Sidonia sea aprovechado como un medio de propaganda antinorteamericana y muy concretamente de ataque a los Convenios Hispano-norteamericanos.

Hay dos preocupaciones centrales del Gobierno de EEUU cuando ocurre el accidente de Palomares: que se genere una campaña antiestadounidense con el objetivo de crear lo que llaman “un clima antiamericano en la opinión pública mundial”, preocupación que se mantiene hasta hoy, y que se vieran afectados su acuerdo para mantener bases en España o su empeño en seguir sobrevolando el mundo con armamento nuclear. Pero eso no se traduce en generosidad en sus indemnizaciones. No quieren sentar un precedente.

Tras el accidente, el proceso de las reclamaciones se intenta hacer rápido, negociado individualmente por campesinos y pescadores frente a abogados contratados por la Oficina de Reclamaciones Extranjeras de EEUU conforme una Ley aprobada ad hoc para este tipo de eventos por el Congreso estadounidense y por tiempo limitado: dos años desde que ocurre el accidente. El Plutonio tarda 24.000 años en semidesintegrarse.

REUNIÓN DE URGENCIA EN EL DESPACHO DE FRAGA

Febrero de 1967. Saltan las alarmas. Las pruebas de orina efectuadas a las personas de Palomares que sufrieron riesgo de contaminación por el accidente de enero de 1966 muestran, un año después del accidente, que "en algunas de ellas pudiera existir una cierta contaminación interna" por plutonio. Los afectados no lo saben. No se lo van a comunicar. Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo, convoca reunión de urgencia en su despacho. Está el General Francisco Pina Alduini, por parte del Ministerio del Aire, y el núcleo duro de la maquinaria de propaganda que ha tejido Fraga: Vicente Cebrián, secretario general de la Prensa del Movimiento; Manuel Jiménez Quílez, director general de Prensa, y Jesús Aparicio-Bernal, director general de Radio y Televisión.

Fraga está que trina. Ha tenido una conversación con el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, que le ha hablado de "la posibilidad de que varios habitantes de Palomares resulten gravemente afectados por la radiactividad. (…) Si la noticia se confirma y trasciende a los medios informativos, dará lugar a una campaña de verdadero escándalo dirigida tanto contra los Estados Unidos como contra la Administración española", explica una nota que resume la reunión, incluida en los archivos desclasificados por Exteriores que está desvelando DATADISTA. Fraga pide "la máxima discreción sobre el tema". En todo lo que tenga que ver con la información será él, "personalmente, quien se ocupe de ello para ver de utilizar, llegado el caso, de la manera más eficaz posible, los medios de que el Estado dispone".

Membrete: Ministerio de Asuntos Exteriores (con escudo)

Oficina de Información Diplomática

Fecha: Madrid, 21 de febrero de 1967

Clasificación: SECRETO


NOTA PARA EL SR. MINISTRO


Al terminar la Junta Interministerial de Información celebrada en la mañana de hoy, el Ministro Fraga me convocó a su despacho con los representantes del Ministerio del Aire, General Pina Alduini; de la Prensa del Movimiento, señor Cebrián; y los Directores Generales de Prensa y Radio y Televisión, señores Jiménez Quílez y Aparicio Bernal, respectivamente.

Nos dijo que estaba extraordinariamente preocupado con una noticia que había sido objeto ayer de una conversación suya con el Ministro de Asuntos Exteriores: la posibilidad de que varios habitantes de Palomares resulten gravemente afectados por la radiactividad, según parece desprenderse de una nueva exploración llevada a cabo en Torrejón con aparatos ultramodernos y efectuada sobre las 62 personas que el pasado año estuvieron ya en observación por presentar algún síntoma sospechoso. Si la noticia se confirma y trasciende a los medios informativos, dará lugar a una campaña de verdadero escándalo dirigida tanto contra los Estados Unidos como contra la Administración española.


Pidió que se guardase la máxima discreción sobre el tema. Dijo que desde el punto de vista informativo sería él personalmente quien se ocupase de ello para ver de utilizar, llegado el caso, de la manera más eficaz posible los medios de que el Estado dispone. Pidió que se mantuviese en todo momento el contacto más estrecho posible entre los Departamentos más directamente interesados, facilitando unos a otros -y especialmente a Información- cuantos datos se conociesen.


En un comentario final se dolió de que la Administración americana se haya mostrado tan poco generosa y, sobre todo, tan poco ágil, para solucionar los expedientes de reclamación aún pendientes, a consecuencia, sobre todo, de una tramitación burocrática general incomprensible. Se dolió también de que una cuestión tan delicada como nos ocupa se plantee cuando la Embajada Americana tiene un titular y un equipo a sus órdenes de bajísima categoría y con los cuales se puede contar muy poco.

En la Junta de Energía Nuclear (JEN), se diseña un detallado plan para trasladar a Madrid, sin levantar sospechas, a las personas que podrían estar contaminadas para realizarles nuevas pruebas con un contador de cuerpo entero que EEUU ha donado a España.

Todo ocurre en el peor momento, cuando empieza a saltar a los medios noticias de que EEUU no está indemnizando debidamente a los habitantes de Palomares, avivadas por el reciente intento de marcha desde Palomares a la Embajada de EEUU en Madrid que ha encabezado la Duquesa de Medina Sidonia.

Según recoge la nota del representante de la Oficina de Información Diplomática, presente en la citada reunión con Fraga, este "se dolió de que la Administración americana se haya mostrado tan poco generosa y, sobre todo, tan poco ágil para solucionar los expedientes de tramitación aún pendientes (de las indemnizaciones a habitantes de Palomares) a consecuencia, sobre todo, de una tramitación burocrática general incomprensible".

Y no se trata solo de agricultores y pescadores con pocos recursos ante los abogados de la Oficina de Reclamaciones Extranjeras. Hay gente de cierto renombre afectada como la familia Cervantes, a quien EEUU se está negando a pagar una cantidad razonable por la ocupación y uso de los terrenos donde se instaló el Campamento Wilson tras el accidente.

Según Fraga, "la Embajada americana tiene un titular y un equipo a sus órdenes de bajísima categoría y con los cuales se puede contar muy poco", en referencia a Angier Biddle Duke y su gente.

Manuel Fraga, Ministro de Información y Turismo, en Palomares el 8 de marzo de 1966. | EFE

España ha cedido y no ha exigido a EEUU cumplir con el acuerdo de 1964 que les obligaba a responsabilizarse de lo ocurrido y a someter sus accidentes nucleares a la jurisdicción española, les ha permitido dejar kilos de plutonio en la pedanía almeriense y manejar las indemnizaciones a su manera. EEUU no ha respondido con la generosidad y velocidad que esperaban pero la prioridad es no afectar a las relaciones con la potencia mundial.

EXCURSIÓN A MADRID

"Las investigaciones que se han venido efectuando en la orina de las personas que en Palomares sufrieron, accidentalmente, el riesgo de contaminación radiactiva con Pu-239, parecen indicar que en algunas de ellas pudiera existir una cierta contaminación interna".

(…) "la mayor parte del Pu-239 posiblemente inhalado lo habrá sido en forma de óxido insoluble, que puede permanecer retenido en los pulmones durante un largo periodo de tiempo".

(…) "Este tipo de investigación hace necesario el traslado a Madrid y la permanencia en esta ciudad durante varios días de las personas que hayan de ser examinadas, tiempo que, además, habrá de permitir efectuar exámenes clínicos indispensables".

Son algunas de las frases recogidas en el documento "Determinación de la posible contaminación interna con PU-239 de habitantes de Palomares" que figura en los documentos desclasificados por Exteriores y que recoge el plan para trasladar a Madrid a habitantes de Palomares que podrían presentar contaminación interna por plutonio. Es abril de 1967.

Sin información, con todos los temores que está provocando la negativa a facilitarles los resultados de las pruebas que les han efectuado a ellos y a sus hijos e hijas desde el accidente de enero de 1966, los habitantes de Palomares empiezan a ser reacios a seguir sometiéndose a más pruebas. En el Gobierno consideran que es importante "lograr su buena disposición y conformidad a ser trasladados a Madrid" porque algunos "ya han pretendido negarse a proporcionar las últimas muestras de orina que les han solicitado", recoge el informe.

En diciembre de 1966, casi 300 vecinos de Palomares han firmado una carta dirigida a Franco en la que piden, entre otras cosas: "Que se nos faciliten copias de los análisis realizados tanto en las personas como en la tierra y sus frutos, de manera que sus resultados, desconocidos hasta ahora por todos nosotros, nos sean oficialmente comunicados, para poder probar que jamás sufrimos contaminación radiactiva, como afirman nuestras autoridades y las norteamericanas".

Llevarlos ahora a Madrid sin darles resultado alguno va a ser un problema. Habrá que tener en cuenta los problemas familiares y laborales que pueda originar el desplazamiento; "crear en las personas que sean trasladadas a Madrid un sentimiento de complacencia en el viaje y estancia en la ciudad" y, si fuese necesario, "influir en el ánimo de los más reacios al desplazamiento".

Se programarán estrictos planes de viaje a Madrid de diez en diez y por cuatro días cada vez y "será muy conveniente que el tipo de alojamiento elimine la posibilidad de que los integrantes del grupo establezcan contactos con personas ajenas a la Junta de Energía Nuclear durante su estancia en Madrid". Según lleguen a su alojamiento, que debe estar cerca de la JEN, se les deben recoger las ropas que lleven puestas y entregarles pijamas y camisones. "Durante la noche de ese mismo día, ha de procederse a la limpieza de la ropa, para poder serle entregada a la mañana siguiente".

Se planifica cada día, cada recogida de muestras, los traslados y hasta el tiempo libre. Las investigaciones en sangre y las pruebas de orina. Un extenso listado de pruebas que derivarán en resultados que nunca llegarán a manos de los afectados.

DOSSIER

DETERMINACIÓN DE LA POSIBLE CONTAMINACIÓN INTERNA CON PU-239 DE HABITANTES DE PALOMARES


Las investigaciones que se han venido efectuando en la orina de las personas que en Palomares sufrieron, accidentalmente, el riesgo de contaminación radiactiva con Pu-239, parecen indicar que en algunas de ellas pudiera existir una cierta contaminación interna.


Es necesario realizar la medida de la posible contaminación interna de dichas personas utilizando la cámara pulmonar y la de la radiactividad total del organismo con el Contador de Cuerpo Entero, teniendo en cuenta que la mayor parte del Pu-239 posiblemente inhalado lo habrá sido en forma de óxido insoluble, que puede permanecer retenido en los pulmones durante un largo periodo de tiempo. Por esta causa el valor de los exámenes urinarios es menor como índice de la carga orgánica y considerando que, sin conocer con precisión la forma química, la relación de Pu-239 soluble/insoluble no puede establecerse.

Este tipo de investigación hace necesario el traslado a Madrid y la permanencia en esta ciudad durante unos días de las personas que hayan de ser examinadas, tiempo que, además, habrá de permitir efectuar exámenes clínicos indispensables.


El desplazamiento de dichas personas, cuyo número asciende a 69, plantea, fundamentalmente, un problema importante, como es el de lograr su buena disposición y conformidad en ser trasladados a Madrid para someterse a las mencionadas investigaciones, al crear este hecho un factor psicológico que puede tener una influencia decisiva y habida cuenta de que ya han pretendido negarse a proporcionar las últimas muestras de orina que se les han solicitado, quizás como consecuencia de informaciones tendenciosas y alarmistas que les han difundido personas que perseguían determinados fines políticos.


Por otra parte y al margen de este problema fundamental, existen otros originados por el desplazamiento mismo, de tipo familiar y quizás laboral, que habrán de ser tenidos en cuenta. En no menos grado, habrá de considerarse, asimismo, la necesidad de crear en las personas que sean trasladadas a Madrid un sentimiento de complacencia en el viaje y estancia en la ciudad, que les compense de las perturbaciones que se ocasionen en su vida habitual y que, incluso, habrá que influir en el ánimo de los más reacios al desplazamiento, si los hubiese.

El abono de dietas a las personas que puedan resultar económicamente perjudicadas por el traslado tendrá que ser considerado como posible.


Por todo lo anteriormente expuesto es indudable la conveniencia de establecer un plan para esta operación que se ajuste a las necesidades siguientes:


1.- Comunicar a las Autoridades, provincial de Almería y locales de Cuevas del Almanzora y de Palomares, la decisión tomada y los motivos que así la aconsejan.

2.- Establecer un contacto personal con los habitantes de Palomares (cabezas de familia) que hayan de ser trasladados a Madrid, para lograr su aquiescencia, formar los grupos de la forma más conveniente y determinar las fechas de traslado.

3.- Disponer de un medio de transporte adecuado, teniendo en cuenta que cada grupo deberá de estar constituido por término medio por unas 10 personas, no siendo conveniente que se sobrepase dicha cifra debido al tiempo que se invertirá en las determinaciones, ni que sea menor para no dilatar excesivamente los exámenes a realizar.

4. Programar los viajes que han de ser efectuados. Considerando que será necesario un mínimo de 4 días para realizar todas las determinaciones.

El plan general será el siguiente:


a).- Salida de Palomares: Los Lunes a primera hora de la mañana con comida en ruta, entre Cieza y Albacete.

b).- Llegada a Madrid: Los lunes a última hora de la tarde, conduciendo directamente al grupo a su alojamiento en Madrid.

c).- Salida de Madrid: Los sábados a primera hora de la mañana con comida en ruta, o viernes por la tarde.


5. Recepción y asistencia de los grupos, en Madrid. Es indispensable que una persona, perfectamente informada de la distribución del tiempo para las determinaciones que han de realizarse, se responsabilice de la recepción, traslado al lugar de alojamiento y asistencia de los grupos.


6.- Alojamiento y Comidas.

Es conveniente que el alojamiento del grupo se halle lo más próximo posible a la J.E.N. que sea capaz de albergar a todo el grupo y que posea baño o ducha y servicio de comedor. Será muy conveniente que el tipo de alojamiento elimine la posibilidad de que los integrantes del grupo establezcan contactos con personas ajenas a la J.E.N. durante su estancia en Madrid.

En determinados días, que se especifican en el punto siguiente, el desayuno y la comida los efectuarán en el restaurante de la J.E.N.

7.- Programación de los diferentes exámenes a realizar.

La distribución del tiempo para efectuar las determinaciones necesarias se hace de la siguiente forma:


a).- El lunes por la noche, fecha de llegada del grupo y en su alojamiento, procederán a su limpieza general y baño, siéndoles recogida sus ropas y entregándoseles los correspondientes pijamas o camisones y entrega de los recipientes para recogida de la primera muestra de orina.


b).- Durante la noche de este mismo día, ha de procederse a la limpieza de la ropa, para poder serle entregada a la mañana siguiente.


c).- MARTES: desayuno en su residencia.

Traslado a la JEN para efectuar el EXAMEN CLIÍNICO Y EL RADIOLÓGICO, alternando la mañana y la tarde con el examen de una parte del grupo y disponiendo, la otra parte, de tiempo libre.

Comida en la JEN.

Regreso al alojamiento, a última hora de la tarde, cena y descanso


d) .- Miércoles: Sin desayuno

Se inicia la recogida de la 2ª muestra de orina a las 24 horas

Traslado a la J.E.N. a las 8,30 para efectuar los EXÁMENES DE LABORATORIO.

Desayuno en la JEN una vez finalizados dichos exámenes.

Empleo del tiempo libre hasta la hora de comer.

Comida en la JEN.

Iniciación del CONTAJE DE CUERPO ENTERO Y CÁMARA PULMONAR

de 2 personas (que invertirá unas 4 horas).

Empleo del tiempo libre de los restantes.

Reunión del grupo, traslado a la residencia, cena y descanso.

e).- Jueves: Finalizar la recogida de 2ª muestra de orina de 24 horas, iniciando la recogida de la 3ª.

Desayuno en la residencia.

Traslado a la JEN de 3 personas para contaje.

Empleo del tiempo libre de los restantes hasta las 12.

Comida de todo el grupo en la JEN.

Contaje de 3 personas a partir de las 4 de la tarde.

Empleo del tiempo libre de los restantes.

Reunión del grupo, traslado a la residencia, cena y descanso.


F).- Viernes: Finalizar la recogida de la 3ª muestra de orina de 24 horas.

Desayuno en la residencia.

Traslado de 2 personas a la JEN para contaje.

Empleo del tiempo libre de los restantes.

Reunión del grupo, a las 12, y comida en la JEN.

Empleo del tiempo libre durante toda la tarde para la totalidad del grupo.

Regreso a la residencia, cena y descanso.


G).- Sábado: desayuno en la residencia.

Salida para Palomares, a las 9 horas, si no salieron el viernes por la tarde efectuando la comida en ruta.

Madrid, Marzo de 1.967

ADENDUM Nº1

EXÁMENES DE LABORATORIO


Investigaciones en sangre

Recuento de hematíes

Tasa de hemoglobina

Valor globular

Recuento de leucocitos

Fórmula leucocitaria

Velocidad de eritrosedimentación

Recuento de plaquetas

Tiempo de hemorragias, coagulación y protrombina

Calcemia, Fosforemia y Fosfatasemia

Potasemia y sodemia

Pruebas de función hepática

Investigaciones en orina

Densidad y PH

Elementos anormales

Examen microscópico del sedimento

Prueba de función renal

El viaje de las primeras setenta personas que se desplazan a Madrid se presupuesta en 575.000 pesetas, según una cuartilla mecanografiada que figura en la documentación desclasificada, que incluye 175.000 pesetas para indemnizaciones por pérdida de días de trabajo y otras molestias.

NOTA


ESTIMACIÓN DE GASTOS DEL TRASLADO A MADRID DEL PERSONAL DE PALOMARES


Por estancia en Hotel, incluida habitación,

Desayuno, comida y cena -------------------------- 225.000 ptas.


Por traslado de Palomares – Madrid, Madrid –

Palomares y excursiones a realizar en Madrid

De acuerdo con el programa adjunto --------------- 175.000 "


Indemnizaciones por pérdida de días de tra-

Bajo, molestias causadas, etc. ------------------- 175.000. "


TOTAL 575.000 ptas

El plan es entregar 3.000 pesetas por dietas a los mayores de 14 años y 1.000 a los menores de esa edad como parte del plan para influir positivamente en el ánimo de las gentes de Palomares.

En la lista de personas que figura en la documentación desclasificada, que no reproducimos por protección de sus datos personales, es fácil distinguir familias por los apellidos y edades. Son los primeros de Palomares que llegan a Madrid a hacerse pruebas y que inaugurarán un ritual que se realizará dos veces al año desde entonces. Familias como una con sus tres hijos de 14 a 17 años; otra con otros tres hijos entre 2 y 7 años; padres, nietos y abuelos van haciendo la primera excursión a Madrid por grupos distribuidos entre el 17 de abril y el 13 de junio de 1967.

Aunque hay personas que se sabe que presentan riesgos de contaminación interna, el criterio que se recoge que se ha utilizado finalmente para seleccionar a las que viajarán a Madrid en primer lugar es, primero, la posición en que estaban en el momento del accidente, si estaban en la dirección de la nube de gases y partículas que se formó; la contaminación hallada en sus casas y los controles a personas residentes en zonas donde no existía contaminación.

EL GRAN LABORATORIO DE EEUU

Es muy significativo que en la misma carpeta desclasificada en la que aparecen estos documentos de 1967, exactamente a continuación, figure el intercambio de cartas entre John A. Hall, subdirector general de Actividades Internacionales de la Comisión de Energía Atómica de EEUU, y José María Otero Navascúes, presidente de la Junta de Energía Nuclear (JEN) de España, que sellan el Acuerdo Otero-Hall el 25 de febrero de 1966, pocas semanas después del accidente, cuando aún ni siquiera habían encontrado la cuarta bomba.

Un acuerdo entre España y EEUU para investigar, no para garantizar la salud de los habitantes de Palomares. Un acuerdo para aprender sobre los efectos del plutonio liberado en un entorno real, con personas reales, cosechas reales, animales reales. El laboratorio perfecto. El sueño del doctor Langham, conocido como Mr. Plutonio. Tras las cartas, el anexo que concreta los términos del acuerdo y que dará lugar al Proyecto Indalo, cofinanciado por España y EEUU hasta 2009, cuando los estadounidenses, en pleno debate sobre la limpieza definitiva, decidieron abandonarlo.

Cartel de prohibido el paso en una de las zonas acotadas por el CIEMAT en Palomares | DATADISTA

Ya en 1966, como demuestran los términos del acuerdo, saben todo lo que puede pasar con los kilos de plutonio que han quedado en el terreno y se disponen a estudiarlo. Si el terreno estuviera descontaminado, como dirán públicamente al irse de Palomares con la aquiescencia del Gobierno español, para qué analizar las fluctuaciones temporales de la concentración de plutonio en el aire, como recoge el Acuerdo Otero-Hall; o cómo se redistribuye en el suelo a medida que se sucedan los ciclos de cultivo año tras año y le afecten los agentes meteorológicos. Saben que el plutonio bajo la superficie aflorará tarde o temprano en un campo de labor y una zona muy seca pero con episodios de fuertes vientos y que, cuando llueve, lo hace de forma torrencial.

Además, por supuesto, el acuerdo Otero-Hall incluye estudiar la absorción y retención del plutonio por población expuesta a su inhalación.

Madrid, 26 de febrero de 1966

Excmo. Sr. D. Ángel Sagaz

Director General de

Relaciones con los EE.UU. de América

Ministerio de Asuntos Exteriores

Madrid


Mi querido Amigo:

Adjunto le envío copia del cruce de cartas, con su correspondiente anexo, que constituye el Acuerdo entre la Junta de Energía Nuclear y la Comisión de Energía Atómica americana, para estudiar las consecuencias del accidente de Palomares desde el punto de vista científico de los efectos del plutonio en sus diferentes acuerdos.

Mucho lamento no pudiese asistir a la firma que tuvo lugar, como le dije, a las 4 de la tarde aquí en la Junta, firma a la que asistieron el General Donovan, el Dr. Langham y el Dr. Hall por parte americana, y el Vicepresidente Prof.

Durán, Secretario General Técnico Sr. Pascual y Jefe de la División de Medicina y Protección Dr. Ramos, junto conmigo mismo, por parte de la J.E.N.

Aunque nuestros amigos americanos tenían prisa, estuvimos un rato esperándole y llamamos por teléfono a su casa, pero al no localizarle se procedió a la firma. No sabe cuanto siento no pudiese venir, pues su presencia hubiese dado mayor realce al acto.

Un cordial saludo de su affmo. amigo,


- José María Otero –

SELLO DE LA JEN

Madrid, 25 de febrero de 1966


Dr. John A. Hall

Assistant General Manager for

International Activities

Atomic Energy Commission


Querido Dr. Hall:


He recibido su carta de 25 del actual en relación con una ampliación de nuestra colaboración e los campos de la sanidad y de la seguridad, de acuerdo con el convenio de cooperación para usos específicos de la energía atómica, existente entre España y los Estados Unidos.


En contestación a dicha carta, tengo el gusto de comunicarle, una vez autorizado por el Excmo. Sr. Ministro de Industria, que la Junta de Energía Nuclear acepta, en los términos señalados en su carta y de acuerdo con el detalle contenido en el Anexo a la misma, haciendo votos para que dichos trabajos sirvan para estrechar aún más los lazos que unen a nuestras dos Organizaciones.


Afectuosamente,


-José María Otero-

ANEXO


1. Reunión de información sobre la absorción y retención de plutonio y uranio por un número representativo de un grupo de población potencialmente expuesto a la inhalación de un aerosol de óxido de plutonio o de uranio.

2. Determinación de fluctuaciones temporales y estacionales de las concentraciones de plutonio en el aire sobre una región agrícola contaminada por óxido de plutonio que haya sido sometida a un proceso de descontaminación.

3. Determinaciones en serie de niveles de contaminación (tanto mediante absorción por la planta del suelo como por dispersión a causa del viento) de productos agrícolas producidos en una región contaminada, después de la descontaminación, y,

4. Estudios sobre la migración temporal y redistribución del óxido de plutonio en el suelo, descontaminado por medio de arado profundo, como resultado de un cultivo continuo y de la acción de los agentes meteorológicos.

La Junta de Energía Nuclear (J.E.N.) asumirá el papel de investigador principal, proporcionando la U.S.A.E.C. apoyo en forma de asistencia técnica y asesoramiento y de equipos y materiales especializados con os que no cuente la J.E.N.


En su papel de investigador principal, la J.E.N. asumirá las siguientes responsabilidades:

1. Proporcionará edificio y los espacios de Laboratorios necesarios para iniciar y llevar a cabo el programa.

2. Establecerá, con la ayuda de especialistas de los Estados Unidos, métodos de muestreo, rutinas y programas para realizar las medidas en la población, aire, productos y suelo.

3. Proporcionará el apoyo logístico necesario para los programas de muestreo y de medidas.

4. Realización de todas las medidas científicas, así como de las pruebas a efectuar.

5. Recopilación y documentación de todos los datos científicos.

6. Pago de los viajes de sus propios especialistas enviados a los Estados Unidos para consultas, formación y establecimiento de programas.

En el papel de investigador secundario, la U.S.A.E.C. asumirá las siguientes responsabilidades:

1. Aportación, ya sea mediante la cesión de los fondos necesarios o mediante transferencia del equipo y material especializados necesario para el programa. Durante el primer año aportará:

a. Un contador de cuerpo entero, completo, con un espectómetro de cristal y detector de rayos X del plutonio.

b. UN contados (8 posiciones) de Centelleo Alfa del tipo que normalmente se usa en el Laboratorio Científico de Los Álamos.

c. UN espectómetro-alfa completo con un analizador multi-canal y un equipo para la lectura exterior de datos.

d. Equipo adicional menos especializado, tal como balanzas analíticas, centrífugas, productos químicos especiales, etc. por un importe aproximado de unos 15.000 $

e. Patrones analíticos de uranio y plutonio.

f. Cuatro desmuestradores de aire del diseño más moderno con su generador de potencia de alto voltaje para funcionamiento continuo sobre el terreno.

2. Pondrá a disposición de la J.E.N. un científico especialista para instalar y calibrar el contador de cuerpo entero y para adiestrar en su uso al personal de la J.E.N.

3. También se prevé la visita de especialistas en métodos de análisis de plutonio y de uranio para instalar el equipo analítico especializado y adiestrar al personal de la JEN en las respectivas técnicas que se usan en Estados Unidos, tanto las que han sido publicadas como las que no lo han sido.

4. Poner a disposición de la JEN un científico especialista en edafología y ecología para ayudar a desarrollar los estudios de la emigración del plutonio en el suelo y su ulterior absorción por los cultivos.

5. Suministro continuado, después del primer año a partir de la fecha, de equipo especializado, asistencia técnica y asesoramiento durante todo el tiempo que ambas partes acuerden mutuamente y consideren deseable como consecuencia de los resultados obtenidos.


Madrid, 25 de febrero de 1966

En julio de 1967, menos de un mes después de las pruebas al último grupo de los primeros seleccionados para viajar a Madrid, el asunto se da por zanjado. No hay referencia a las personas en las que se detectó posible contaminación interna sino a una muestra estadística escogida con otros criterios de probabilidad en el momento del accidente.

"En ninguna de las personas reconocidas se han hallado signos que indiquen que existe en ellas una contaminación interna debida a elementos radiactivos distintos de los que normalmente se encuentran en el ambiente", dice en una carta el presidente de la JEN al director general de Sanidad. Se decide expedir certificados médicos individuales o en grupo si lo solicita el cabeza de familia. No se hará, como se recoge en una segunda carta a Franco en 1968 firmada esta vez por 411 vecinos de Palomares.

REGISTRO SALIDA: JEN 12 de julio 1967


Ilmo.Sr.:

Adjunto tengo el honor de remitirle el informe sobre nuestros trabajos de reconocimientos en las personas seleccionadas en Palomares

Dios guarde a V.I. muchos años

Madrid, 12 de julio de 1967

El Presidente,


Al: Ilmo, Sr. Director General de Sanidad


Efectuadas las medidas del grupo de habitantes de Palomares seleccionado como muestra de carácter estadístico que permitiese fijar un criterio para el futuro, me satisface comunicarle que en ninguna de las personas reconocidas se han hallado signos que indiquen que existe en ellas una contaminación interna debida a elementos radiactivos distintos de los que normalmente se encuentran en el ambiente.

La selección de las personas que se han sometido a exploración médica se ha hecho teniendo en cuenta:


1º- Su posición en los momentos del accidente, por si se encontraban en la dirección de la nube de gases y partículas sólidas que se formó.

2º- La mayor o menor contaminación hallada en las casas en que habitan, comprobada por nuestros equipos antes y después de las operaciones de lavado y encalado efectuadas.

3º- Controles de personas residentes en zonas en las que no existe contaminación y sus casas no fueron registradas entre las que hubo que limpiar.


Según los cálculos hechos habría habido suficiente número con unas cuarenta personas, pero se ha querido ir más a fondo y se escogieron 79, cuya lista se une a este escrito. En ellas se han efectuado medidas con el contador de radiactividad para la totalidad del cuerpo humano que comprenden dos aspectos: uno el de la posible contaminación pulmonar por depósito de partículas de óxido de plutonio no soluble, para lo cual se ha utilizado un sistema especial de cámaras de ionización muy sensible y otro el de la radiactividad total del cuerpo no referida al plutonio.

Además se han practicado en todos ellos análisis espectrográficos específicos para el plutonio en tres muestras de la orina de 24 horas de cada persona, recogidas en condiciones de limpieza y de seguridad contra posible contaminación por polvo. Estas determinaciones han ido encaminadas a investigar la presencia del plutonio que por ser soluble podría haber circulado con la sangre y haberse depositado en algún órgano (hígado o huesos) desde el que sería eliminado de una manera regular.

Tanto en una como en otra de las pruebas efectuadas y dentro de los límites de sensibilidad de cada sistema de medidas, no se han deducido datos que indiquen que exista una contaminación por plutonio en alguna de esas personas.

Por lo tanto se considera innecesario proseguir con el muestreo, dándose por terminada, por ahora, esta fase de la operación de vigilancia radiológica de la zona de Palomares.

También han sido sometidos a la misma serie de pruebas 17 miembros de la Guardia Civil de los que prestaron servicio en aquella zona, igualmente con resultado negativo.

Las operaciones de muestreo de los suelos y de las cosechas y plantas salvajes así como de las aguas de riego y lluvia y polvo vehiculado por el aire se continuarán según el plan ya trazado cuya duración, de momento, no se ha determinado.


Además de los reconocimientos indicados anteriormente, aquellas personas que alegaron enfermedades recientes o antiguas fueron remitidas o al Hospital Clínico o a Especialistas de competencia reconocida que enviaron los informes respectivos que obran en poder de los interesados Ninguno de los procesos estudiados tiene la menor relación con los problemas de una posible contaminación radiactiva.

Todas esas personas fueron transportadas, alojadas y atendidas en sus esparcimientos a cargo de esta Junta que les entregó unas cantidades en metálico para compensarles las molestias que se les puedan haber ocasionado.

Esta Junta queda dispuesta a reconocer en el mismo sentido que se ha efectuado en esas personas seleccionadas a toda otra que se presente en ella, pero no puede hacerse cargo de los gastos de traslado y estancias en Madrid por no disponer ya de presupuesto para ello.

Por otra parte podrá entregar certificados de los reconocimientos hechos a toda persona que lo solicite individualmente. Solo se admitirán solicitudes para más de una persona si se refieren a una familia y están firmadas por el cabeza de familia.

Madrid, 12 de julio de 1.967

EL PRESIDENTE


AL – Ilmo. Sr. Director General de Sanidad.- Madrid

Aunque se alude en esta última carta a que ya no hay presupuesto para seguir con más pruebas y que, quien quiera que se le practiquen tendrá que abonar sus dietas, los viajes anuales a Madrid seguirán durante décadas y hasta nuestros días. Igualmente, aunque se habla de facilitar certificados con los resultados, estos se ocultarán a los habitantes de Palomares hasta que Antonia Flores, alcaldesa entonces de la pedanía, logró en 1985 que les fuera entregada información sobre los resultados arrojados por las pruebas durante 20 años. Una documentación que cuando al fin llega lo hace plagada de errores en edades y otros datos.

Fuente: Archivo Jordi Bigues. Centro de Historia de la Ciencia (CEHIC; UAB)

Según las fichas radiométricas que se conservan en el Archivo Jordi Bigues, en el Centro de Historia de la Ciencia (CEHIC) de la Universidad Autónoma de Barcelona, en la información que finalmente se facilita a los habitantes de Palomares hay personas a las que se les asegura que no se les ha detectado contaminación interna pero otras a quienes se informa de que "algunos resultados obtenidos en las determinaciones que se le han realizado a usted han resultado positivos". Entre ellas, algunas de las que dieron positivo en las pruebas tras el accidente.

Fuente: Archivo Jordi Bigues. Centro de Historia de la Ciencia (CEHIC; UAB)

La hipótesis que se mantiene: no se contaminaron las personas, se contaminaron las muestras. "Solo han resultado positivas las determinaciones que se le han realizado a usted en 1966. Teniendo en cuenta que todos los datos posteriores son negativos, y teniendo en cuenta que el procedimiento por el que se recogió la orina, los datos de 1966 deben atribuirse a contaminación de las propias muestras de orina y no a contaminación interna de su persona". Sin embargo, dan positivo también algunas personas que ni siquiera estaban en Palomares en el momento del accidente, es decir, que se contaminaron posteriormente, probablemente por inhalación por resuspensión del plutonio dejado en el territorio.

LOS OKUPAS DEL CAMPAMENTO WILSON

La familia Cervantes, propietaria de los terrenos donde se instaló el Campamento Wilson, se sintió ninguneada y maltratada por EEUU, que se negaba a atender sus peticiones no ya de indemnización por la depreciación de sus terrenos derivada del miedo a la contaminación, sino de pago de una renta mínimamente razonable por la ocupación, durante 72 días, sin consentimiento ni petición mediante, del terreno donde se instalaron las tiendas para alojar a un millar de soldados, se abrieron caminos, letrinas, se acumularon montañas de material contaminado y se limpiaba la maquinaria que lo extraía y trasladaba, todo ello sin autorización alguna.

Los equipos de búsqueda durante el almuerzo en el campamento Wilson el 17 de febrero de 1966. | AP

Francisco Cervantes de Haro no es uno de los 297 habitantes de Palomares que en 1967 han firmado una primera carta a Franco con su nombre completo escrito con pulso dubitativo de personas poco o nada habituadas a escribir y rayajo final para transformarlo en firma. Ni de las 411 que volverán a dirigirse al dictador al año siguiente, cartas que figuran en las cajas desclasificadas por Exteriores en las que piden que les den los resultados de las pruebas hechas a ellos y a sus hijos, que les expliquen la rebaja drástica y sin documentación a las indemnizaciones que piden, que les permitan recurrir a los tribunales españoles a reclamar.

Exmo. Sr.

D. Francisco Franco

Caudillo de España


Palomares a dos de Enero de 1.968


Exmo. Sr.

Por segunda vez los vecinos de Palomares y Villaricos nos dirigimos a V.E. en demanda de ayuda, con la convicción de que V.E. no recibió nuestra anterior misiva, pues estamos seguros de que no hubiese dejado de ayudarnos, porque somos españoles. Entonces solicitamos de V.E. que apoyase nuestras demandas ante el Gobierno de los Estados Unidos. Estas se referían a los siguientes capítulos:


Que nos fuesen abonados los daños materiales sufridos a causa del accidente aéreo ocurrido el 17 de enero de 1966, desestimados en su mayor parte por la Comisión Norteamericana, ante la que se nos ordenó acudir, con la promesa de que seríamos atendidos, pidiendo también a V.E. que, en caso de no llegar a un acuerdo amistoso el vecino demandante con el Gobierno Norteamericano, demandado en este caso, el asunto pasase a los tribunales españoles, dictaminando sobre el un juez español, y de acuerdo con nuestras leyes.


2º Que se extendiesen certificados oficiales sobre la salubridad y no contaminación de tierras, agua y animales.


3º Que, así mismo, se facilitasen copias de los análisis médicos realizados sobre las personas -los cuales han sido repetidos en muchos casos -entregándolas a los interesados o, en su defecto, se facilitasen los certificados, también oficiales, garantizando que no ha habido contaminación peligrosa, y que, en consecuencia, el accidente no ha de acarrear perjuicios a nuestra salud ni a la de nuestros descendientes, certificado indispensable para la tranquilidad de todos.


Nuestros ruegos no fueron escuchados en ningún punto. Ahora, que van a cumplirse dos años del suceso, volvemos a ponernos a los pies de V.E. para suplicarle abogue en nuestro favor. En primer término, esperamos que nuestra petición sanitaria sea atendida, pues es la que más nos interesa.


En segundo término, que nos sean abonados nuestros perjuicios económicos, pago que no ha de acarrear grandes pérdidas al Gobierno de los Estados Unidos, ya que entre 252 demandantes -todos cabeza de familia- solicitamos la suma global de 82.506.877 pesetas, que no es, desde luego, superior a nuestras pérdidas materiales, que abarcan diversos capítulos, habiendo recibido ya un total de 17.637.888 pesetas, con lo que la deuda norteamericana representa poco más de un millón de dólares, cantidad irrisoria si tenemos en cuenta que esta suma iguala aproximadamente el gasto diario de la Operación Flecha Rota.


Por todo ello, rogamos a V.E. tenga a bien ayudarnos, nombrando un juez español que nos apoye y oriente, dictaminando sobre nuestra causa, evitando así vernos sujetos a la humillación de aceptar un dictamen de extranjeros, sin haber sido escuchados por nuestra justicia ordinaria.


Es gracia que esperamos de V.E. a quien guarde Dios muchos años, como deseamos por la paz de España.

Francisco Cervantes de Haro es Facultativo de Minas, Medalla de Sufrimientos por la Patria al personal civil concedida por el ministro del Ejército el 15 de agosto de 1940 y su abogado, Antonio Jurado Jiménez, es una personalidad de cierto relieve en Almería porque fue alcalde de Purchena y procurador en Cortes, alguien que ha sabido seguir todos y cada uno de los pasos que le permite la ley, incluido el Derecho de Petición ante el Jefe del Estado que recoge el artículo 21 del Fuero de los Españoles, que ha desarrollado la Ley de la Jefatura del Estado de 1960.

MEMBRETE: Antonio Jurado Jiménez

ABOGADO

PURCHENA (ALMERÍA)

26 de octubre de 1967

ASUNTO: Reclamación por el accidente aéreo de Palomares, de D. Francisco Cervantes de Haro y su hija, Dª Ángela Cervantes Parraga


Sr. Ministro:


Con fecha 20 de abril de 1966, actuando en mi condición de Letrado de D. Francisco Cervantes de Haro y d Dª Ángela Cervantes Parraga, presenté en la Oficina de Reclamaciones del Gobierno de los EEUU en Palomares, el oportuno escrito, solicitando en nombre de mis clientes, reparación económica por la ocupación de sus terrenos, con la instalación del Campamento Wilson, y las desvalorización sufrida por los mismos, escrito que me fue devuelto a las 24 horas de su presentación, rechazándolo de plano por considerarse incompetentes para tratar de lo que en el mismo se exponía. Ha transcurrido año y medio para que nuestra reclamación haya sido admitida a estudio por la Jefatura de la Región Aérea del Estrecho tras nuestro fracaso en intentar mantener contacto con la representación de las Fuerzas Americanas en España, que con reiteración me hicieron objeto de toda clase de descortesías y que motivaron que el 14 de junio del pasado año ejercitáramos EL DERECHO DE PETICION ante S.E. el Jefe del Estado.


Admitido a trámite el escrito de petición, fueron numerosas las visitas que al efecto hice a este Ministerio -Dirección General de Norteamérica – en donde recibí, como contrapartida de la actitud de los norteamericanos, toda clase de atenciones y deferencias por parte del Director General Sr. Aguirre de Cárcer, que intentó por todos los medios a su alcance, conseguir un punto de inteligencia con las autoridades norteamericanas, siendo buena prueba de ello, que en virtud de telegrama recibido del mismo con fecha 20 de abril , me decía literalmente: "Director General de Norteamérica a don Antonio Jurado Jiménez. Está convocado en esta Dirección General reunión martes 25 abril once mañana con representantes Exteriores, Aire y americanos, para tratar asuntos de interés ruego asista debidamente autorizado y con poderes decisorios". De acuerdo con esto y provisto de los correspondientes poderes, en nombre de mis representados, me trasladé a Madrid, sin que dicha reunión pudiera llevarse a efecto, según me manifestó el Sr Aguirre de Cárcer, debido a que los norteamericanos se habían negado rotundamente a concurrir a la misma.

Fracasados estos contactos amistosos, de los que nunca quisimos salir, ni apartarnos tampoco del cauce legal y rechazando los ofrecimientos de la Marquesa (sic) de Medina Sidonia, para que nos uniéramos al grupo de reclamantes que patrocina, con formas de actuar, que siempre hemos reprobado, nos resulta doloroso tener que reconocer que ha sido precisamente esta señora la que con una campaña perfectamente calculada ha conseguido la publicidad que pretendía y que Palomares vuelva a sonar, mientras que en nuestro caso particular, con decenas de gestiones y numerosos escritos, no hemos llegado hasta este momento a ningún resultado práctico, salvo la resolución de la PETICIÓN formulada al Jefe del Estado, participándonos que, aunque las Fuerzas Aéreas Americanas puedan considerarse como únicas responsables del accidente aéreo de 17 de enero de 1966, no se sigue de ello, que corresponda a las mismas el pago directo de todas las responsabilidades económicas derivadas de tal accidente, hasta el momento de la recuperación del último artefacto atómico, señalando, por último, que la indemnización por la ocupación de los terrenos propiedad de mis representados deberá ser satisfecha por la Administración española y a través del Excmo. Sr. Teniente General Jefe de la Región Aérea del Estrecho, autoridad competente para ello, por hacer sido – según se nos dice ahora- quien decidió la ocupación y la llevó a efecto con posterior puesta a disposición de los terrenos a favor de las Fuerzas Aéreas Americanas.


A la vista de esto, nuestro expediente volvió a la Jefatura de la Región Aérea del Estrecho de donde primitivamente fue rechazada en 14 de junio del pasado año.

Mientras continúa el trámite que se nos ha impuesto, leemos en la prensa concretamente en el periódico ABC de 20 de los corrientes unas puntualizaciones hechas en medios autorizados de ese Ministerio saliendo al paso de la nueva campaña de la Marquesa (sic) de Mediana Sidonia con ocasión de la vista del juicio que contra la misma se sigue en el Tribunal de Orden Público, en las que se dice: "Por lo que se refiere a los acuerdos hispano-norteamericanos existentes, hay que afirmar, que no establecen que en estos casos la autoridad norteamericana sea la competente y mucho menos la decisiva. En cambio, lo que sí determinan, con toda claridad, es que la responsabilidad plena de casos como el de Palomares y de todas sus consecuencias corresponde a los Estados unidos". (subrayado en el original)

Como quiera que las puntualizaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la responsabilidad plena de los Estados Unidos no se ha aplicado en nuestro caso concreto, viéndonos enfrentados con una reclamación ante la Administración española, que ya se nos ha anunciado de manera verbal, será bastante parca en sus concesiones, sin otra salida posible, que acudir después a la vía contenciosa, con los cuantiosos gastos y molestias que lógicamente llevan consigo los procedimientos judiciales, me tomo la libertad de dirigirme a V.E. haciendo uso de la nota oficial publicada en la prensa, a la que antes nos hemos referido, en la que se desmiente que los afectados por el accidente aéreo de Palomares han estado siempre debidamente asistidos y apoyados por la Administración española frente a las manifestaciones en contrario hechas por la Marquesa (sic) de Medina Sidonia, rogándole la intervención de ese Ministerio y el apoyo debido, para que el expediente que se está tramitando, después de tantas incidencias y dilaciones, ante la Región Aérea del Estrecho, se resuelva en lo que sea de justicia, pero teniendo en cuenta las especialísimas características y fines que motivaron la ocupación sin trámite alguno y sin su previo consentimiento de los terrenos propiedad de la familia Cervantes y de la desvalorización sufridos por los mismos, en donde estuvieron depositados los restos de los aviones, tierras contaminadas, etc. que impide que las valoraciones que se puedan hacer con la misma frialdad que si se tratara para simples maniobras militares, ya que de imponerse esta fácil solución, sería desconocer a la hora de valorar toda la otra serie de factores que vienen determinados por las condiciones especialísimas y únicas del accidente, cuyas consecuencias futuras son todavía imprevisibles.


Rogándole me disculpe por la inevitable extensión de esta carta, le saluda muy respetuosamente y queda a su incondicional disposición (FIRMA)

Tal y como describe el abogado de la familia Cervantes, por ellos ha mediado ante las autoridades estadounidenses Nuño Aguirre de Cárcer, el director general de Norteamérica, quien concierta incluso una reunión entre el abogado de los Cervantes, representantes de Exteriores y del Ejército del Aire por parte del Gobierno de España y de los EEUU en la última semana de abril de 1967, la tensa semana en la que viajan también a la capital los primeros habitantes de Palomares que se van a someter a las pruebas. Cuando el abogado de los Cervantes está ya en Madrid para asistir a la reunión, esta se desconvoca. Los estadounidenses se han "negado rotundamente a concurrir a la misma", le informan.

La reunión sí se produjo, como demuestra una nota de Aguirre de Cárcer al ministro de Exteriores, pero sin el representante de los afectados. El director general de Norteamérica traslada las peticiones de los Cervantes y comienza “exponiendo las características muy especiales de esta indemnización” y los motivos.

MEMBRETE Y ESCUDO: MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES

Dirección General de Norteamérica, Medio y Extremo Oriente


Madrid, 25 de abril de 1967


NOTA PARA EL SEÑOR MINISTRO


Ayer, día 24, tuvo lugar en el despacho del Director General de Relaciones con Norteamérica, Medio y Extremo Oriente, una reunión cuyo objeto era el de encontrar una solución a la reclamación presentada por la familia Cervantes como consecuencia de la ocupación de su terreno para la instalación del Campamento Wilson, con motivo del accidente nuclear ocurrido a aviones de las Fuerzas Norteamericanas en el espacio aéreo situado encima de Palomares (Almería).


Estuvieron presentes por parte norteamericana el Consejero Político de la Embajada de los EEUU, el Primer Secretario de la Sección Política de dicha Representación y dos miembros de la Foreign Claims Commision de los EEUU. Por parte española asistieron, el Director General de Norteamérica, Medio y Extremo Oriente, Señor Aguirre de Cárcer y el Director de Norteamérica y Asuntos Atlánticos, Marqués de Perinat.


El Director General de Norteamérica comenzó exponiendo las características muy especiales de esta indemnización teniendo en cuenta:


1º) La desvalorización del terreno en virtud del ambiente que se ha creado con motivo del accidente nuclear cuyas consecuencias finales son hoy científicamente desconocidas.

2º) El hecho de no haber deseado ni ofrecido la familia Cervantes en ningún momento la cesión de los terrenos sino haberse visto muy al contrario forzados a su entrega.

En el transcurso de la conversación quedó bien claro el hecho de que la familia Cervantes tendría que solicitar la indemnización al Ministerio del Aire, Departamento del cual emanó la orden de ocupación del terreno. El Gobierno Norteamericano indemnizaría a su vez a continuación al Ministerio del Aire con la misma cantidad que este Departamento entregaría a la familia Cervantes.


Los interlocutores norteamericanos manifestaron su deseo de llegar a un arreglo amistoso de la cuestión, aceptando en principio la cifra que las Autoridades competentes españolas consideraran equitable.


No obstante esta afirmación, y al llegar a cifras concretas, el Delegado de la Foreign Claims Commission no parecía dispuesto a subir por encima de los 50 dólares diarios, que a razón de 72 días de ocupación significa una cantidad de 3.600 dólares en total.


Ante esta declaración, el Director General de Norteamérica señaló en términos contundentes e inequívocos la trascendencia política que acompañaba a este asunto, pese a su aparente carácter privado. Hizo consideraciones sobre la pequeñez de la indemnización, comparándola especialmente con los costos normales de la vida americana. Resaltó, asimismo, las consecuencias que en cuanto a publicidad se refiere, podría traer consigo la iniciación de un proceso ante los tribunales.

En la mañana de hoy, el Director General de Norteamérica, Medio y Extremo Oriente, en presencia del Director de Norteamérica y Asuntos Atlánticos, ha recibido al letrado, Señor Jurado, abogado de la familia Cervantes y personalidad de cierto relieve en la zona, ya que ha desempeñado el cargo de Alcalde de Purchena, habiendo sido Procurador en Cortes.


Este Señor, enterado por el Director General de Norteamérica de la cantidad ofrecida por la Foreign Claims Commission, ha manifestado su intención, en nombre de sus representados, de iniciar el proceso ante los tribunales, teniendo en cuenta los gastos ya efectuados por dicha familia en honorarios de abogados, etc. y especialmente como consecuencia de la depreciación del terreno que a juicio de dicho señor es casi absoluta.


El Señor Aguirre de Cárcer le expuso la conveniencia de llegar a un arreglo amistoso considerando la indemnización que podría estimar como adecuada el Ministerio del Aire y las dificultades que la prueba de depreciación del terreno entrañaría en un proceso judicial.

El Señor Jurado, a continuación y por indicación del Señor Aguirre de Cárcer, se dirigió al Ministerio del Aire para celebrar una entrevista con el General Villacañas, auditor de dicho Departamento.

Como recoge la nota al ministro de Exteriores, el problema con EEUU llega cada vez que se trata el asunto de las cantidades. "El delegado de la Foreign Claims Commission no parecía dispuesto a subir por encima de los 50 dólares diarios, que a razón de 72 días de ocupación significa una cantidad de 3.600 dólares en total". Aguirre de Cárcer no da crédito. Señala "en términos contundentes e inequívocos la trascendencia política" del asunto, "la pequeñez de la indemnización, comparándola con los costos normales de la vida americana" y resalta "las consecuencias en cuanto a publicidad que puede traer consigo la iniciación de un proceso ante los tribunales".

El abogado de los Cervantes ejercerá su Derecho de Petición ante la Jefatura del Estado.

EXCELENTÍSIMO SEÑOR


DON FRANCISCO CERVANTES DE HARO, mayor de edad, casado, Facultativo de Minas, Medalla de Sufrimientos por la Patria al personal civil, concedida por el Excmo. Sr. Ministro del Ejército (B.O. del Ejército número 182 de 15 de agosto de 1940) y vecino de Vera (Almería), con domicilio en la calle M. Jiménez número 33, y Dª ANGELA CERVANTES PARRAGA, hija del anterior, mayor de edad, soltera, Maestra Nacional y con domicilio en el de su padre; ante S.E., con todo respeto y subordinación comparecemos y tenemos el honor de EXPONER:

Que ejercitando el DERECHO DE PETICIÓN ante el Jefe del Estado de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 21 del Fuero de los Españoles, desarrollado su ejercicio por Ley de la propia Jefatura del Estado, de 22 de diciembre de 1960, nos permitimos someter a la superior consideración de S.E. los siguientes EXTREMOS:


(…)


VI

Enfrentados con la insistencia de las autoridades americanas de no considerarse competentes para conocer de la reclamación formulada, ni para contestar a la información que se solicitaba, alegando que para una y otra cosa, habíamos de dirigirnos al Teniente General Jefe de la Región Aérea del Estrecho, no vacilamos en hacerlo así, (…)


(…)


Que el proceder de las Fuerzas Americanas en cuanto al pago de las indemnizaciones se refiere y a su forma de desenvolverse en esta materia ha creado inevitable malestar y disgusto que se pretende desconocer o se trata de contrarrestar por el cómodo procedimiento de presentar a los reclamantes como agiotistas, personas de mala fe, carentes de los más elementales escrúpulos en sus peticiones y deseosos, poco menos, de crear problemas a nuestro Gobierno en su alianza o tratados con los Estados Unidos de Norteamérica, es pura cortina de humo, absolutamente pueril y carente de sentido, que no resiste el más elemental de los exámenes.

(…)

Hemos formulado nuestra reclamación ante la Oficina Americana, que se ha declarado incompetente para conocer de la misma negándose a todo diálogo y manteniendo el más absoluto silencio al requerimiento notarial que le hicimos en su momento. Y pretendemos solo conocer el trámite adecuado para formular ante los Tribunales Españoles a correspondiente demanda, para que en definitiva, agotados todos los medios para conseguir la vía amistosa, la solución que pedimos, sean los que a la postre resuelvan de acuerdo con nuestra legislación y con plena garantía para todos lo que consideren más procedente.

Para la reclamación, adjunta el escrito inicial remitido a la Oficina de Reclamaciones Extranjeras de EEUU, en la que se recoge:

"Instalado el Campamento Wilson en las fincas o terrenos de mis representados, las Fuerzas Aéreas Americanas, sin previa consulta y autorización, realizaron los siguientes actos:


A) Movieron según su particular conveniencia las escorias existentes.

B) Procedieron a la apertura de un camino por donde transportaron los 4.900 barriles de tierra contaminada de plutonio enviados después a EEUU, cuyo camino no era necesario ni imprescindible abrirlo por las fincas de mis clientes, ya que existe otro, que fue precisamente por donde se subió la tierra contaminada. La familia Cervantes, ante lo que estaba ocurriendo, formularen protesta verbal, dándoles como única explicación de la apertura del referido camino que la razón de ello se había debido a evitar el espectáculo de pasar, por las proximidades de la Barriada de Palomares, el transporte de dichos barriles.

C) Se abrieron letrinas para el uso de los acampados, cuyo número llegaba casi al millar.

CH) Se aperturaron grandes zanjas para enterrar los desperdicios y basuras.

D) A las tierras de la familia Cervantes fueron a parar todos los restos de los aviones siniestrados, hasta los más insignificantes, donde permanecieron almacenados bastante tiempo hasta su embarque con destino a Norteamérica.

E) Las fincas de mis clientes se utilizaron para toda clase de menesteres y eran descontaminadas las propias máquinas excavadoras que se estaban utilizando para remover las tierras afectadas de radiactividad.

F) Hombres protegidos contra la radiación actuaban en el Campamento en distintas operaciones y todas las patrullas ocupadas en las operaciones de rastreo de los restos de los aviones y limpieza del terreno eran sometidos en el referido Campamento a las correspondientes medidas de descontaminación.

G) Las líneas telefónicas atravesaban las fincas de la familia Cervantes y con alta frecuencia para la vigilancia de las mismas de las operaciones de rastreo el paso por ellas era constante.


Estamos seguros de que las Fuerzas Aéreas Americanas que, en el pasado y en el presente, tienen cierta alergia a las comunicaciones escritas no podrán en ningún momento negar la ocupación de los terrenos propiedad de mis clientes por parte del Campamento Wilson y, sobre esta realidad incuestionable, nos vamos a permitir someter a la consideración de esa comisión unas cuantas alegaciones de tipo jurídico para determinar el verdadero alcance de la situación planteada. Entre ellas: la inexistencia de arrendamiento, la inexistencia legal de ocupación temporal, la solicitud de indemnización por la ocupación de los terrenos, por la que solicitan 14.600 dólares (cuatro veces más que la cantidad que ofrecerá EEUU); y la de indemnización por la desvalorización del terreno, por la que piden 175.000 dólares.

También se le negará la indemnización que pide a Francisco Simó, el pescador cuya actuación fue determinante para encontrar la bomba caída en el mar 80 días después del accidente. Hay informaciones que apuntan a que Simó fue mal aconsejado en su reclamación, que ascendió a 300 millones de pesetas, 5 millones de dólares, cantidad que es incluso superior a lo que la Fuerza Aérea de EEUU pagó a la US Navy por el rescate de la cuarta bomba.

Sea o no probable que sin su ayuda el coste de recuperación de la cuarta bomba se habría duplicado o triplicado y exagerada o justa la reclamación que hacen sus abogados, lo que permite su expediente es ver el tono que los estadounidenses empleaban con los españoles fuera de las cámaras y los momentos de las medallas y los agradecimientos.

"El avión americano y los siete hombres que murieron estaban protegiendo a los agricultores y pescadores de España así como a sus ciudadanos. Nuestras indemnizaciones por los daños en las cosechas y la interrupción de los negocios han sido generosas y rápidas para que las personas que sufrieron esas pérdidas se viesen más o menos en la misma situación en que estaban antes del accidente. Siento que una mayor disposición en su reclamación no puede ser aceptada por la Secretaría de la Fuerza Aérea". (traducción propia)


Colonel William R. Arnod

Air Force Lawyer

Chief of the Claims Division

Office of the Judge Advocate General

(23 JAN 1967)

Capítulo IV: El secreto eterno ››

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