El Campo de Cartagena tiene relación con tres masas de agua subterránea: el Triásico de Carrascoy, el Triásico de las Victorias y la masa de agua llamada propiamente del Campo de Cartagena. Los dos primeros presentan desde hace décadas problemas de sobreexplotación que no han hecho sino agravarse con el tiempo.
El acuífero del Campo de Cartagena, el que abarca mayor superficie de los tres, es un acuífero multicapa, es decir, tiene diferentes niveles uno sobre otro formados en sucesivos periodos geológicos. Mientras las capas o acuíferos inferiores sí tienen un problema de sobreexplotación, debido a que los regantes han ido buscando agua cada vez en niveles más profundos; el superior, del Cuaternario, que está conectado con el Mar Menor, no tiene un problema de cantidad de agua, al contrario. La intrusión del agua de mar, la filtración de los retornos del agua de riego, mayores desde la llegada del trasvase, y las lluvias torrenciales periódicas han hecho que su nivel freático esté tan alto que el agua llega a aflorar en la superficie en algunos puntos.
El problema de esta capa del acuífero es que está contaminada por los nitratos de los abonos del regadío, uno de los grandes enemigos de las masas de agua porque abona literalmente el fitoplancton hasta que este se reproduce en tal cantidad que no deja pasar la luz al fondo. Las aguas se vuelven verdes, como de hecho ocurrió durante varios meses de 2016 en el Mar Menor, y la pradera marina, incapaz de hacer la fotosíntesis, muere.
300.000 Ton.
NITRATOS ACUMULADOS
EN EL ACUÍFERO
Los nitratos serían buenos para regar, es abono que se ahorrarían los regantes, pero ocurre que las aguas del Cuaternario son además salobres (proceden de la filtración de agua del Mar Menor, con el que el acuífero está comunicado). Necesitan ser mezcladas con otras de baja salinidad o procesadas en desaladoras para ser aptas para el riego.
Ambos hechos juntos, la salinidad y la contaminación por nitratos, son una bomba de relojería. El proceso de desalobración genera un 70% de agua apta para regar y un 30% de vertido que concentra las sales y con ellas los nitratos.
La Administración lo sabía. Y también el modo en que se habían perforado los pozos durante años. Actualmente, el Cuaternario no es el único acuífero contaminado por nitratos. En un documento entregado por la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena a la CHS para solicitar la reapertura de pozos de sequía clausurados en 2015, se reconoce no solo que el acuífero Cuaternario está contaminado por nitratos por estar “bajo suelo agrícola” sino que el Plioceno está ya afectado en algunas zonas también por contaminación por nitratos, “sobre todo al sur de Torre Pacheco, en parte por la conexión de acuíferos a través de los pozos de bombeo”. Los pozos se perforaron mal, atravesando el Cuaternario sin cementar las paredes del pozo en ese tramo, lo que provocó que aguas contaminadas del superior descendiesen a los inferiores.
Según estimaciones del entonces llamado Ministerio de Medio Ambiente a principios de 2018, en el 80% de los sondeos de la zona las perforaciones se hicieron mal, atravesando varios acuíferos, sin cementar el paso por el acuífero contaminado y provocando con ello que agua cargada de nitratos acabase también en los acuíferos inferiores.
Europa obliga a los Estados miembros a proteger las masas de aguas de la contaminación por nitratos. Desde 1996, España cuenta con el Real Decreto 261/1996 para la protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos utilizados en la agricultura. Este legislación se basa en la Directiva Europea 91/676/CEE.
22 años después, en noviembre de 2018, la Comisión Europea inició un procedimiento de infracción contra España al considerar que protege de manera insuficiente sus aguas contra la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrarias.
España no realizó hasta 2009 el primer censo de aguas afectadas por nitratos. En verano de 2019, meses después de recibir la carta de emplazamiento de la Comisión Europea, el Ministerio de Transición Ecológica ha publicado una consulta pública para actualizar el catálogo de las aguas afectadas por nitratos. El 46% de las masas de aguas subterráneas en España se encuentran contaminadas por nitratos. Según el análisis realizado por DATADISTA de este listado preliminar, en la cuenca del Segura, las masas de aguas subterráneas que se encuentran afectadas o en riesgo por nitratos representan el 38%. Entre las afectadas se encuentra el acuífero del Campo de Cartagena donde 18 estaciones de medición tienen niveles de nitratos por encima de los permitidos. El problema añadido en el caso de este acuífero es su interrelación con una laguna protegida como es el Mar Menor.
Aunque en teoría Europa obliga a que en 2027 no se superen los 50mg de nitratos por litro de agua, la CHS se ha ido acogiendo a la posibilidad de establecer objetivos menos rigurosos dada la repercusión socioeconómica que tendría reducir de forma drástica la demanda de agua de la zona. Esos objetivos, en lugar de mejorar, no han hecho sino empeorar de un plan de cuenca a otro. Así, si en el Plan 2009-2015 se fijó un objetivo para 2027 de 90mg/l; en el de 2015-2021, que se aprobó un año después del anterior, se elevó ese objetivo a 200mg/l.
La legislación de nitratos también establece que las Comunidades Autónomas deben elaborar y aplicar Códigos de Buenas Prácticas Agrarias que son de obligado cumplimento en las zonas designadas como vulnerables a la contaminación por nitratos. En la Región de Murcia, estos códigos se aprobaron por primera vez en 1998 y se modificaron en 2003, siendo consejero de Agricultura, Agua y Medio Ambiente Antonio Cerdá.
Cerdá,proveniente de una familia de agricultores y especialista en fertilidad de suelos y nutrición vegetal, es el consejero del Gobierno Regional que más tiempo ha estado en los órganos de gobierno. Estuvo desde 1999 hasta 2015, teniendo competencias en Medio Ambiente entre 1999-2004, 2008-2011 y 2014-2015. En la actualidad se encuentra investigado en el caso Topillo por la presunta comisión de delitos de prevaricación por omisión y contra el medio ambiente por, entre otras razones, la falta de control y supervisión sobre el cumplimento de los diferentes Códigos de Buenas Prácticas Agrarias y sus programas de Actuación aprobados por la Consejería que dirigía en los años 2003, 2009 y 2011.
Una de las consecuencias de la falta de control es que presuntamente se dieron ayudas de la Política Agraria Común (PAC) a agricultores que incumplían las prácticas contra la contaminación por nitratos. Este hecho, señalado en la denuncia de la Fiscalía, tiene investigados además de a Cerdá a ex miembros de la Dirección General de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria y de la Comisión Regional de Coordinación para el Control de la Condicionalidad de las Subvenciones.
La falta de control y el episodo de eutrofización del Mar Menor en 2016 supuso la aprobación dos años más tarde de una nueva ley para regular el sector agrícola y ganadero cercano a la laguna. En 2018, el Gobierno Regional de Murcia aprobó la Ley de Medidas Urgentes del Mar Menor en el que crean tres zonas vulnerables a los nitratos con distintos niveles de obligaciones, siendo la zona 1 la más sensible y restrictiva. Esta ley también prohíbe el uso de fertilizantes de alta solubilidad y potencialmente contaminantes como el nitrato amónico, el nitrato de calcio y la urea. Entre otras medidas, la ley contempla que en el caso que se apruebe una planta desalobradora, esta debe implementar obligatoriamente un sistema de reducción de nitratos de las aguas salobres.
Asociaciones ecologistas como Ecologistas en Acción, ANSE o la plataforma Pacto por el Mar Menor llevan denunciando desde entonces que esta legislación no se está cumpliendo al documentar actuaciones agrícolas en el Campo de Cartagena contrarias a la ley como acumulaciones de estiércol, plantaciones a favor de pendiente o la falta de estructuras vegetales para el control de escorrentías y absorción de nitratos.
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