España y Alemania han convertido la producción de cerdo para exportación en una de sus historias económicas de éxito en este primer cuarto de siglo. El gigante británico de los supermercados Tesco tiene en la carne de pollo uno de sus principales reclamos. La carne barata deja amplios márgenes de ganancia pero producirla reduciendo al mínimo los costes, especialmente los de transporte, ha concentrado las granjas en territorios incapaces de asumir ya los daños producidos en las aguas por los excrementos de los animales.
Una investigación transnacional liderada por DATADISTA y The Guardian, con la colaboración de elDiario.es para su difusión y que ha contado con la financiación del Journalismfund.eu, localiza las zonas de muy alta concentración de ganadería intensiva en tres países europeos, analiza cómo los territorios elegidos fueron capturados por el negocio de la carne, demuestra con datos e imágenes prácticas de alto riesgo como la sobrefertilización con purines de terrenos muy por encima de los límites fijados y el grado de daño que soportan ya sus aguas.
ARAGÓN, TIERRA DE MEGAPRODUCTORES MUNDIALES DE CERDO
Abril de 2011. El alcalde y natural de Ejea de los Caballeros, el socialista Javier Lambán, hoy presidente del Gobierno de Aragón, participa en la inauguración de la fábrica de piensos de la catalana Vall Companys en
su localidad. Inversión: 25 millones de euros. Más que cualquier presupuesto municipal anual de Ejea en toda su historia. La firma catalana, que ya es altamente rentable, recibe ayudas públicas millonarias para la fábrica.
Dos años
más tarde, Vall Companys compra un matadero en la misma localidad. No es la única. Piensos Costa, Grupo Jorge, otras grandes integradoras españolas del sector porcino, algunas en la lista de los megaproductores mundiales de cerdo, empezaban a
convertir Aragón en la tierra desde la que reforzar su pujante expansión internacional. Necesitaban integrar granjas. Cada vez más. Cada vez de mayor tamaño. Lo más cerca posible de sus fábricas de pienso y mataderos. El ahorro de costes es
una de las claves de su negocio. La mecha estaba encendida.
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CAMPOS QUE NO AGUANTAN MÁS PURÍN
Los cerdos son de la integradora, el pienso y los medicamentos los suministran sus filiales, se encargan del transporte y los servicios veterinarios, todo salvo la gestión de los purines, los excrementos del cerdo. La
parte que
entraña mayor riesgo de contaminación de las aguas por nitratos y de emisión de gases de efecto invernadero es responsabilidad del granjero. El purín se usa fundamentalmente para fertilizar los campos pero trasladarlo a más de 5 km de la
granja no es rentable para su dueño. A vista de dron no ha sido difícil localizar purín recién extendido justo al lado de una granja.
Un análisis realizado por primera vez para esta investigación, utilizando los datos del
Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) de 1,8 millones de parcelas agrícolas, desvela que unas 400.000 hectáreas de Aragón soportan ya más nitrógeno de lo permitido por la normativa. Es el 25% de la tierra apta para fertilización. En
miles de parcelas se triplican los niveles permitidos. Y bajo el suelo, los acuíferos, presente y sobre todo futura fuente de abastecimiento de agua para consumo humano, presentan concentraciones de nitratos que doblan muchas veces el límite
legal y seguro para la
salud.
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AGUA QUE NO HAS DE BEBER
En el término municipal de La Sotonera (Huesca), 903 personas conviven con 14 explotaciones porcinas con capacidad para 46.733 animales. En los últimos ejercicios, en Lierta, un pequeño núcleo urbano perteneciente a La Sotonera, hay periodos
del año en que los camiones del Ayuntamiento recorren las calles repartiendo semanalmente garrafas de agua entre los vecinos. La del grifo no se puede beber. Los niveles de nitratos acumulados superan por mucho el límite de 50 miligramos por
litro considerado admisible para consumo humano.
Durante 2020, la Dirección General de Salud Pública de Aragón detectó 93 mediciones por encima de 50 mg/litro en 37 zonas de abastecimiento humano afectando a una población de 6.997
personas.
Entre 2016 y 2020, 49 municipios de Aragón superaron el límite en algún momento del año.
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LA PROTESTA CAPTURADA
El pasado 28 de mayo, la ciudad de Huesca se vistió de gala para acompañar el paso de más de 3.200 militares bajo la presidencia de los Reyes de España en el Día de las Fuerzas Armadas. Huesca prohibió por unos días la aplicación de purines y
estiércoles a menos de dos kilómetros de la última vivienda. No querían que los visitantes sufriesen los olores. Los oriundos rara vez se quejan. En muchos municipios el número de personas que vive de uno u otro modo del cerdo es mayoritario
y oponerse a él genera conflictos.
La legislación autonómica de Aragón ha dejado buena parte de la responsabilidad de la proliferación de las granjas en manos de los ayuntamientos, que ven llover millones sobre sus localidades muy por
encima
de sus presupuestos anuales. Hay excepciones: Loporzano ha demostrado que se puede estar a favor del cerdo y enfrentarse al modelo intensivo.
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POLLO DEL TESCO EN EL RÍO QUE AMAN LOS BRITÁNICOS
En 2013, el gigante británico de los supermercados Tesco firmó un acuerdo con Cargill, propietaria de una planta de procesado de pollo en Hereford, para llevar a sus lineales carne de ave barata, o como dicen en Tesco,
lograr su
objetivo de “ofrecer comida saludable y a precios asequibles para millones de personas”. Ese mismo año, Cargill anunciaba una inversión de 35 millones de libras para ampliar sus instalaciones. Necesitaba capacidad para atender los pedidos de
Tesco. Las solicitudes para instalar granjas de pollos en la zona se multiplicaron. Científicos, activistas y políticos señalan los excrementos de los pollos entre las causas de la contaminación por fósforo del río Wye, uno de los más
apreciados en el Reino Unido.
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BAJA SAJONIA, EL CINTURÓN DEL CERDO
Hay un conocido dicho, poco del agrado de la población local, que dice que si circulas por Alemania con las ventanillas bajadas sabes perfectamente por el olor cuándo atraviesas la Baja Sajonia. Has llegado al corazón de una industria del
cerdo de 6.000 millones de euros que envía miles de toneladas de carne alrededor del mundo. Eso ha tenido un coste. Mapas del llamado cinturón del cerdo dibujan en la región un círculo rojo de emisiones de amoníaco procedentes de las granjas
y de nitratos en las aguas subterráneas. Las medidas para revertirlo llegan tarde. Cuando los nitratos contaminan el agua, pueden pasar décadas hasta que se recupera la calidad y solo si se toman medidas drásticas.
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