El 21 de febrero de 2006, Jesús Rivera, entonces juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Almería, ordenó paralizar de forma cautelar la construcción del hotel de la playa de El Algarrobico. Había alrededor de 200 personas trabajando ese día en el edificio. Algunas lloraron al llegar la orden.
Trece años después, el hotel, que según las sentencias firmes del Supremo se levantó sobre suelo protegido del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, invadiendo dominio público marítimo terrestre contra la Ley de Costas y con una licencia de obras ilegal, sigue allí.
¿Cómo es posible?
Vamos a desmontarlo.