Europa se la está jugando con el derecho al agua potable y el buen estado de sus ecosistemas por no haber cuidado sus acuíferos. DATADISTA ha elaborado el primer mapa interactivo del estado de las aguas subterráneas y las causas que las han dañado con los últimos datos aportados por los países miembros a la Comisión Europea. La realidad es clara: fertilizantes, plaguicidas, sobreexplotación... A las aguas subterráneas se les ha hecho de todo.
El mapa forma parte del proyecto Under the Surface, en el que 14 periodistas y 7 medios europeos, apoyados por Journalismfund Europe y coordinados por Arena for Journalism in Europe, han trabajado durante meses en una investigación impulsada por DATADISTA.
Hasta octubre de 2024, 20 de 28 países han enviado sus datos más recientes sobre el estado de sus acuíferos a la Comisión Europea. Alrededor del 16,7% de sus acuíferos están en mal estado por sobreexplotación, contaminación o ambas. Por superficie, representa el 27,4% de la extensión total de los acuíferos. La magnitud del problema, demuestra la investigación, es aún mucho mayor de lo que dicen los datos oficiales.
Los acuíferos en mal estado ya superan a los que están en buen estado en la República Checa (73%) y Bélgica (53%). Les siguen Luxemburgo (50%), España (44%), Francia (37,5%) e Italia (36,5%).
MAPA INTERACTIVO: Conozca el estado de las aguas subterráneas de la Unión Europea
IMPACTO | DESCRIPCIÓN DEL RIESGO |
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L | Disminución del nivel de agua subterránea (profundidad del acuífero, volumen de agua) debido a extracciones. |
N | Contaminación por nutrientes, principalmente de fertilizantes y residuos animales, por encima del límite legal o cercano al límite con una tendencia ascendente. |
C | Contaminación química distinta de los nutrientes (principalmente pesticidas, pero también metales, hidrocarburos, etc.) por encima del límite legal o cercana y con una tendencia ascendente. |
E | Impacto en los ecosistemas terrestres dependientes del agua subterránea. |
M | Contaminación microbiológica. |
IMPACTO | DESCRIPCIÓN DEL RIESGO |
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Q | Disminución de la calidad del agua superficial asociada a impacto químico o cuantitativo. |
I | Alteraciones en la dirección del flujo de agua debido a la intrusión salina. |
S | Intrusión salina o contaminación. |
T | Otros tipos de impacto significativo. |
N | Sin impacto significativo. |
A | Acidificación de los cuerpos de agua. |
U | Tipo de impacto desconocido. |
H | Hábitats alterados debido a cambios hidrológicos. |
Y | Hábitats alterados debido a cambios morfológicos (incluye conectividad). |
O | Contaminación orgánica. |
Europa no cumple
Europa conoce perfectamente la importancia de cuidar sus aguas. Hace un cuarto de siglo que puso como norma la obligación de tenerlas en buen estado. Ni contaminarlas ni sobreexplotarlas. Y aunque al hablar de agua lo primero que viene a la mente son las aguas superficiales, que son las que nos enseñan a conocer desde el colegio, hay una inmensa riqueza bajo el suelo que Europa también obliga a proteger: las aguas subterráneas. Es el tesoro llamado a ser el recurso al que acudir cuando el cambio climático arrecie, como ya está ocurriendo, y se sucedan los periodos secos. Pero su uso no es ni mucho menos algo futuro. Europa riega y sobre todo bebe desde hace décadas con agua subterránea. Según el último informe de la European Environmental Agency, "el agua subterránea es la fuente del 65% del agua para beber y el 25% del agua de riego en la Unión Europea". ¿La hemos cuidado? La respuesta breve es: no, en absoluto.
La Directiva Marco del Agua obligaba a los países de la Unión Europea a que todas las masas de agua, superficiales y subterráneas, estuviesen en buen estado en el año 2015. Eso implica buen estado tanto cuantitativo, es decir, que la masa de agua no esté sobreexplotada, que no se extraiga más agua de la que es capaz de reponer el ciclo natural; como químico, es decir, que la masa no esté contaminada por encima de los niveles establecidos como aptos para la salud. Evidentemente no fue así y se retrasó a 2021. Como muestra este mapa, el primer mapa interactivo con el estado de las masas de agua subterránea en Europa y los impactos que han causado ese estado, tampoco se ha cumplido. Con todo un número de excepciones, la nueva fecha es 2027.
Spoiler: muchos de los países europeos ya saben que no van a cumplir con esa fecha. Europa también lo sabe. El debate a nivel interno y externo ha sido intenso.
También los intentos de mover a los Estados a revertir la situación. La Comisión Europea ha abierto diez procedimientos de infracción entre 2012 y 2021, se ha dialogado con los Estados, se ha acudido en ocasiones como en el caso de España al Tribunal de Justicia de la UE, logrando que este sentencie contra el país, especialmente por no aplicar medidas reforzadas allí donde la contaminación por nitratos ya se había mostrado como un problema grave.
Uno de los principales problemas que se encuentra Bruselas son las deficiencias en la información que facilitan los países. Declarar oficialmente y ante Europa que se tiene una masa de agua en mal estado equivale a poner sus ojos en esa masa para que el país demuestre en 2027 que ha tomado medidas para revertir la situación. Los últimos datos que los países están entregando a Europa se corresponden con los planes de Tercer Ciclo de la Directiva Marco del Agua, que va de 2022 a 2027.
Es una fotografía de mínimos pero es la primera vez que una investigación la muestra recopilando todos los datos entregados hasta la fecha en un mapa interactivo en el que se incluyen los diferentes impactos que han hecho que una masa de agua subterránea se haya declarado en mal estado.
Dice el informe de la EEA que el agua subterránea "es una fuente finita que tiene que ser protegida de la contaminación y la sobreexplotación para asegurarse de la sostenibilidad a largo plazo tanto para el uso humano como para el sostenimiento de los ecosistemas naturales. El agua subterránea es importante para mantener el caudal de los ríos y asegurar la disponibilidad de agua en los periodos de sequía".
El problema añadido actual es que, si Europa no ha sido capaz en este cuarto de siglo de lograr, con todas sus directivas, procedimientos de infracción y advertencias, que los países miembros tomen suficientes medidas para que las aguas subterráneas estén en buen estado, una Europa más escorada a la derecha, con el campo manifestándose contra las medidas que considera excesivas y con los extremistas pretendiendo ser sus defensores es quien debe enfrentarse ahora al problema generado durante décadas en las que a las aguas subterráneas se les ha hecho de todo.
NOTA METODOLÓGICA
La información se obtuvo a partir de los datos estructurados que los países miembros están obligados a reportar a la Agencia Europea de Medio Ambiente. Estos datos incluyen archivos en formato XML y datos espaciales en formato vectorial de cada una de las masas de agua subterránea, con su estado declarado e impactos (entre otras variables). Se utilizó un parse XML para extraer, transformar y cargar (procesos ETL) los datos esenciales de cada masa de agua, y esta información se unificó con los últimos datos especiales disponibles (geometría de cada masa de agua subterránea). Para acceder a todas las historias publicadas y metodología detallada sobre el acceso a los datos del estado de las aguas subterráneas, visita europeanwaters.eu